Aquí nadie es un héroe
Para tu tranquilidad en esta review no existirán spoilers, pero sí es estrictamente necesario, por redundante que parezca, haber jugado la primera entrega del videojuego. Además queremos dejar en claro que esta es una opinión libre, no somos dueños de la verdad, tú tienes la opinión final y decir qué tal es el juego, dicho esto vamos allá.
Jugamos The Last of Us Parte II y el resultado es muy satisfactorio. Aquí van las razones, sin antes ir a los aspectos técnicos del juego.
Apartado Gráfico
Partamos por este ítem. La primera entrega se caracterizaba por postales increíbles y acá se repiten el plato, los escenarios están tan bien logrados, que incluso van un paso más allá haciendo inevitable detenerte a admirar lo que tienes en frente antes de continuar.
Es interesante ver cómo estos paisajes funcionan como un respiro en lo asfixiante que resulta el viaje en este mundo post apocalíptico, porque es eso, paisajes que disfrutas por unos instantes antes de volver a lo sombrío de la historia.
The Last of Us Parte II suma mucho en lo explícito y visceral, en lo que se refiere a eliminar a tus enemigos o infectados. El realismo es delirante y a ratos indigesto de presenciar (y sí, también nos referimos a atacar los perros) a pesar de que se nota cierto downgrade en comparación a los gameplays.
Otro aspecto que mejora bastante es casi la carencia de glitches o bugs, y decimos casi por que por ahí se notan algunos. Por ejemplo, en la primera entrega a veces era chistoso que estando en una situación de estrés rodeado de enemigos, Ellie ande paseándose casi al frente de ellos cuando debías mantener el sigilo y los oponentes hacen vista gorda a ella.
Afortunadamente en esta entrega eso no pasa. Todos los personajes que vas teniendo de aliados, son tan cautelosos como tú te lo permitas ser y serán un aporte en situaciones de peligro dando naturalidad en los movimientos corporales.
Por ahí hay “detalles” que sean o no sean glitches llaman la atención a los más quisquillosos. Tal es el caso en algunos diálogos que se van sosteniendo a lo largo del juego, donde los personajes casi no mueven los labios al hablar o parece que no lo hacen, o la libreta inmune al agua de Ellie. Pero son solo eso, DETALLES que no afectan la jugabilidad.

A las gráficas le damos:
Personajes
Todos recordamos lo increíble bien elaborado que está a nivel psicológico el personaje de Joel o la facilidad para empatizar con Ellie en la primera entrega y en esta ocasión los personajes principales vuelven a estar redondos, hay una notoria madurez en ellos y con la inclusión de otros en el rol principal va muy bien equilibrado, pero…
Vamos a ser honestos, los protagónicos están bien, donde flaquea el juego es en los secundarios y para esto vamos a hacer otra comparativa con el primer juego. Tenías a personajes como Tess que llego a tener el mismo peso que Joel haciendo muy duro para nosotros su muerte, o Bill desconfiado y solitario como ninguno, o incluso Henry y Sam, que de solo mencionarlos se nos aprieta el pecho.
Todos los que mencionamos por breve que fueran sus apariciones, fueron entrañables y profundizados en la historia. Esta vez no está bien logrado el desarrollo de personajes, por el contrario, el peso argumental de muchos es casi nulo, algunos están para rellenar vacíos en la trama, no logras conectar con ellos, no son entrañables ni alcanzan a profundizarse.
The Last of Us Parte II en este punto resta, si bien no son todos malos personajes (porque hay algunos que sí están bien desarrollados y tienen sentido su presencia), nos hubiera gustado más desarrollo en los demás.

A los personajes le damos:
Jugabilidad
Nos sacamos el sombrero en este punto, es demasiado disfrutable este aspecto en el juego y está mucho mejor lograda que en la primera entrega a pesar de que extrañamos algunas cosas de su predecesor.
The Last of Us siempre se ha caracterizado por ser un juego de sigilo más allá si decidas poner esto en práctica o no, porque claro tienes una escopeta que despertaría hasta el infectado más dormido.
El looteo es el que todos ya conocemos, recorrer cada punto en busca de recursos y munición, sumado a los coleccionables y esas cartas que hacían darte cuenta de lo sucedido en los lugares que ibas pisando.
Lo más gratificante es el crafteo, partiendo por la modificación en las flechas normales a flechas explosivas que pudimos ver en algunos gameplays y créannos que derribar un enemigo con esas flechas es una locura. También contamos con la fabricación de silenciadores para tu pistola y la gracia aquí es que no son eternos, luego de un par de disparos lo perderás así que procura ser muy preciso.
Conocidas son las bombas que aquí tienen variaciones y los coctel molotov que se mantienen. Lo que extrañamos es tal vez mas dificultad en los puzzles o en situaciones apremiantes. Por ejemplo, en el primer juego fabricabas dagas y en un punto tenías que decidir si guardarla para abrir una puerta o usarla contra un chasqueador. Si esta última era tu decisión corrías el riesgo de no poder entrar a algún lugar. Ahora sin importar la resistencia que te encuentres con alguna puerta, siempre encontrarás la forma de entrar sin necesidad de forzar las cerraduras.
Lo interesante de esta secuela es la mecánica de esquivar, que te será útil y te sacará de un problema más de una vez o incluso sostener por momentos a tus enemigos para usarlos de escudos humanos, todo esto sumado a lo anterior hace muy cómodo el juego y que se luzca bastante, bien aquí Naughty Dog.

A la jugabilidad, uno de los puntos más altos le damos:
Duración y Música
No hay mucho que decir aquí, es un juego bastante más largo que el primero ayudado muchas veces por sus cinemáticas y que no se mal entienda este punto, son muy necesarias para la historia y para darle atmósfera a las situaciones, pero francamente hay algunas que son totalmente innecesarias, que te cuentan cosas obvias que ya se habían explicado, esto provoca que caiga en lagunas a ratos.
El juego parte muy arriba, para luego ir estancándose un poco y al final volverse un frenesí demasiado intenso que solo te hace anhelar más y más saber cómo terminará esto.
Respecto a la música, una vez más a cargo del maestro y genio Gustavo Santaolalla, nada que decir, perfecta aunque menos participativa que antes, pero que cala hondo y nos eriza la piel como nos tiene acostumbrados. Sin él muchos de los momentos del juego no serían lo que son, por que tiene la capacidad de hacerte sentir tan tenso o triste según lo que estén padeciendo los personajes.

A la música y a la duración del juego le damos:
Historia
The last of Us Parte II ha levantado mucha polémica o eso parece, muchas veces acusado de ser un juego que quiere quedar bien con la comunidad LGBT o crucificado por “criticas” de Metracritic, pero como mencionamos al principio solo tú puedes juzgar y dar el último veredicto al jugarlo completo. Esta es una historia densa a ratos e intensa que te demandara atención, no es un juego ligero, esto no es FIFA o Doom donde al carajo mucho texto y que comiencen los disparos.
Ésta es una historia choqueante emocionalmente, el primero lo fue y este se intensifica al punto de ser agobiante, no saldrás ileso. Muchos decían que este juego se trataba sobre venganza y lo es, pero va mucho más allá, es causa y efecto en su máxima expresión, cada acción tiene una reacción, donde tus demonios te perseguirán y crearás otros que te atormentarán.
Si estuviste el 2013 para jugar la primera parte sabes de qué va esto, sabes a qué nos exponemos con Neil Druckmann y Naughty Dog. Es una imperdible continuación que cierra de manera perfecta y que hace justicia a sus expectativas, aunque no sea superior al anterior por muchos argumentos que te mostremos.
Nadie aquí es un héroe, te termina de abrir los ojos al ver que Joel nunca fue uno, solo es un sobreviviente y que al acercarte al final te detienes a pensar ¿Quién es el bueno?
Es una historia sobre el perdón, y qué estás dispuesto a sacrificar por una codiciada venganza ¿Esto me hará dormir mejor?
Es un viaje lleno de sensaciones donde el dolor humano está a flor de piel y llegado el epílogo te darás cuenta que perder es ganar.

A la historia le damos:
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